En la edición de este año de las 24 Horas de Le Mans que se acaba de celebrar, presenciamos algo que quedará para la historia: Toyota venía haciendo un trabajo impecable
y comandando la carrera con todo lo que esto significa; sin embargo,
aquel monstruo que no da aviso en muchas ocasiones, apareció para la
casa nipona y a falta de 3 minutos y 3 segundos para el final, el sistema de potencia falló y la tristeza se apoderó de todos los trabajadores e involucrados en esta empresa, siendo el vehículo número 2 de Porsche el heredero de la victoria.
El presidente de Toyota Motorsport GmbH, Toshio Sato,
en sus declaraciones solo invitaba a superar la página y a continuar
con la historia, que él mismo sabe que es difícil. No hubo familiar o
persona cercana al equipo que no estuviera afectada por lo que ocurrió
en la carrera, estar tan cerca y no ganar duele, y más en una cita con
la historia como esta.
En sus declaraciones Sato expresaba: "Nosotros
tenemos que continuar y resolver el problema que tenemos, tenemos que
investigarlo lo antes posible… Creíamos que nuestro coche iba a terminar
en el top, no esperábamos que eso pasara".
También daba un golpe de confianza a su gente: "Creo y confío en que mi equipo es profesional. Continuaremos atacando y peleando".
En cuanto a la falla en sí, no sabe que paso aún, solo que aunque el coche se reinició y encendió, ya el daño estaba hecho: "Tuvimos
un problema en el coche, aún no sabemos que pasó, perdimos potencia. No
habíamos tenido ninguna falla mecánica. El coche se detuvo, se reinició
y encendió, pero ya habíamos perdido tiempo".
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