martes, 10 de enero de 2017

Carlos Aguilera: Los deportes más extremos

Los deportes extremos se caracterizan por llevar nuestra adrenalina al tope.

Carlos Aguilera

Conocidos con el nombre de Deportes Extremos, estas actividades deportivas se caracterizan por el enorme riesgo que corren los atletas al momento de practicar ciertas acciones, exponiéndose no solo a situaciones que pueden acarrear lesiones severas, sino también en muchos casos la muerte.

Aunque es conocido de sobra el riesgo que se corre al sumarse a algunas de estas disciplinas, cada día ganan más adeptos y lo que argumentan estas personas es que no pueden vivir sin la adrenalina que les produce experimentar estas sensaciones al límite. Nuestro seguidor deportivo [Carlos Aguilera] nos describe tres de estas disciplinas extremas.

Carlos Aguilera
1. El salto base es una de las disciplinas extremas que encabeza la lista de deportes más riesgosos. Consiste en saltar al vacío desde un punto fijo, equipado de un solo paracaídas y un traje especial de hombre pájaro que le permite al atleta planear en el aire. En los últimos 30 años, el salto base ha cobrado la vida de 170 personas y entre los más destacados se encuentra Álvaro Bultó y Darío Barrio, este último perdió la vida cuando hacía un homenaje a Bultó en Jaén, España.

2. El paracaidismo se diferencia del salto base en que el atleta realiza el salto desde un avión, helicóptero o avioneta. También puede haber paracaidistas que se arrojan al vacío desde un punto fijo, pero la gran diferencia con la disciplina anteriormente descrita, es que la distancia desde el punto de partida hasta el suelo, siempre es mayor.

Gracias a que el paracaidista goza de una distancia mayor para realizar el salto, puede llevar consigo un paracaídas de repuesto, ya que tiene tiempo de usarlo. La tasa de mortalidad de esta disciplina es de 1 entre 75.000 saltos, lo que la hace relativamente segura.

Carlos Aguilera

3. La escalada solo integral requiere una gran habilidad del deportista. Se trata de una modalidad extrema en la que el atleta prescinde de cuerdas, arnés o cualquier tipo de equipo de seguridad, lo que deja al escalador a merced de su intuición y de sus propias habilidades para no caerse. Debido a su alta peligrosidad, los atletas que lo practican lo hacen en terrenos ya conocidos.

Por Carlos Aguilera

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